martes, 30 de septiembre de 2008

Licorera fue 'advertida' por el Contralor


Con un Control de Advertencia la Contraloría Departamental del Cauca busca que se tomen correctivos para evitar posibles detrimentos patrimoniales causados por el contrato donde se adjudica la distribución exclusiva del aguardiente caucano.

Como resultado de una auditoría especial realizada sobre el contrato 064 de 2006 suscrito entre la Industria Licorera del Cauca, ILC, y la firma T.M. S.A., el Contralor del Departamento, Álvaro Urbano Rojas, emitió un ‘Control de Advertencia’ dirigido al Gerente de la factoría Marco Antonio Zúñiga Campo, “a fin de evitar riesgos que comprometan o amenacen el patrimonio público de la empresa que usted dirige, sobre el deber legal que le asiste a usted en calidad de Representante Legal de la Industria Licorera del Cauca, de tomar los correctivos necesarios”.

En el documento, de nueve páginas, se relacionan detalladamente los hechos que generaron la advertencia y que para la Contraloría significan posibilidad de riesgo de detrimento patrimonial, “hay algunas inconsistencias frente al cumplimiento del contrato, sobre los efectos jurídicos, los ajustes, otros sí y los impactos que puede generar frente a la rentabilidad del mismo proceso industrial”, señaló el abogado Urbano Rojas.

Entre los hechos que se califican como “preocupantes” está el desfase entre las unidades que se debieron vender en el año 2007 y que ascendían a 3’876.000, de las cuales solo se vendieron 2’000.077. Por esta situación, de acuerdo a la auditoría, se dejaron de recibir más de 9 mil millones de pesos, con el agravante de que en lo corrido de este año la tendencia se mantiene y al mes de junio, de 1.383.732 botellas pactadas en el contrato se facturaron 715.001 botellas lo que significa una reducción en los ingresos de la ILC de 3.142.892.633 millones de pesos. A esto se suman las pérdidas generadas por el descuento pactado en la cláusula cuarta del contrato donde, “se observa que el precio para la firma T.M S.A. a 2008 permanece por debajo del precio de almacén que a noviembre de 2006 tenia establecido la Industria Licorera, con la consecuente pérdida por los efectos inflacionarios y el propio descuento”. Según los cálculos a 2007 esto implicó “una pérdida operacional de 2.997 millones de pesos”.

Otro punto complejo es el detectado en la cláusula decimoprimera, numeral 11.4, donde se establece la obligación del contratista de destinar un porcentaje de sus recursos para inversión que no será inferior al 1.5% de sus compras liquidadas antes de impuestos y de apropiar dentro del presupuesto de la ILC el 3% para Publicidad y Mercadeo del total de las unidades vendidas por el Precio Total. De allí se deriva que “no existe equilibrio financiero en la inversión en publicidad tanto por el porcentaje como por la base de cálculo. Para el año 2007, mientras T.M. S.A. debía invertir 71.22 pesos por botella, a la Licorera le correspondía una inversión de 385.08 pesos (5.4 veces más)”.

Y aunque a juicio del Contralor Departamental, el último otro sí firmado tiene unos pequeños avances, éstos no son significativos, “creemos que esto ha generado consecuencias nefastas para las rentas del Departamento, parece que se está improvisando con el agravante de que se ha modificado un contrato a través de un otro sí y esa figura ha sido cuestionada jurídicamente, el mismo Tribunal ha dicho que las modificaciones debieron hacerse a través de un contrato adicional en tanto los cambios están comprometiendo el objeto mismo del contrato”.

Para el abogado Urbano Rojas, este Control de Advertencia deja constancia de “las improvisaciones y desaciertos en la modificación del contrato” y busca que se tomen las medidas necesarias para disminuir el impacto que puede tener sobre las rentas y la posibilidad de que se configure un detrimento patrimonial.

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